Meses atrás, los diseñadores holandeses Viktor&Rolf anunciaron que dejaban el prêt-à-porter para centrarse en la alta costura. Y el reto los llevó convertir outfits de pasarela en verdaderas obras de arte, con un complejo juego de patrones más similar a una escultura que a una prenda de ropa. Como si a los lienzos les hubieran quitado los marcos. Piezas simples confeccionadas con tela de algodón cortada y drapeada, decoradas con manchas más o menos artísticas y con delicados retratos otras veces.